6.25.2013

Terrorismo Urbanístico

Estupefactos asistimos  hace unos días a la desaparición de todo el arbolado de la emblemática plaza de As Conchiñas, única zona verde de uno de los barrios con mayor densidad de población de A Coruña, el Agra do Orzán. Una catástrofe ecológica para un barrio que necesita oxígeno por todas las esquinas. Esta vez no se justifica la tala por enfermedad si no por el "escaso valor" del arbolado. Esta aseveración es a todas luces atrevida, ¿que criterios usa el concello para considerar el valor de unos árboles? Al parecer, según la concejalía del ramo, su rápido crecimiento. Es decir, medimos el valor de los árboles de un espacio público de la ciudad como si fuéramos madereros que vamos a vender la madera al peso. En todo caso esta visión coincide con la idea expuesta por el alcalde de que el aspira más que a ser un alcalde a ser un director de comercial de la ciudad.

La plaza, cubierta por plátanos de gran porte separados convenientemente de los edificios, sustituyó a finales de los 80 al barrizal que existía desde la construcción del barrio. El espacio era, ante los ojos de quien se situaba en el medio de la plaza, realmente agradable, y los árboles creaban una pantalla verde que tapaba los desmanes urbanísticos de los años 60 y 70 que tanto sufrió la zona. Podemos decir por tanto, que esos árboles ponían en valor un espacio que a priori no era interesante. Ese tipo de valor al parecer no es comercialmente computable.



La necesidad de su tala para construir el parking subterráneo es más que cuestionable. Hay proyectos por Europa adelante, incluso alguno en la propia ciudad y a escasa distancia de As Conchiñas, en los que se consiguió mantener el arbolado construyendo un aparcamiento bajo la plaza. No voy a entrar en los motivos a favor y en contra de construir el aparcamiento, daría para un gran debate, aun así anticipo que lo veo de entrada innecesario, existiendo además de aparcamientos en la zona, otros puntos donde sería posible construirlo sin tener que destruir el espacio de As Conchiñas.

Llevamos décadas reclamando la protección del patrimonio edificado de la ciudad y ahora deberíamos dar un paso más y reclamar protección para el patrimonio vegetal y espacial de la ciudad. Llevamos años viendo como se talan árboles con excusas dispares, algunas bastante cuestionables. Y al mismo tiempo vemos como las reformas urbanas convierten las calles en espacios grises en los que los árboles no forman parte del proyecto. Cuando así es, los ciudadanos vemos con asombro como se reforman las reformas para eliminar el poco arbolado que se había instalado. Cercano tenemos el ejemplo del Corredor Verde de la Avenida de Oza, que se volvió gris (naranja a medias) con la opinión en contra de los vecinos de la calle y en aras de una movilidad mal entendida.



Es necesario y obligado exigir que en las calles que sea posible por soleamiento y ancho se planten árboles que ayuden a oxigenar los barrios de la ciudad. La búsqueda de una imagen verde de las calles y el estudio detallado del arbolado necesario debería ser un punto a favor a la hora de escoger proyectos urbanísticos. Proyectos como el realizado en Orillamar, donde hubo una plantación masiva de árboles a lo largo del eje, o el Campo da Leña donde se mantuvo el arbolado existente poniéndolo en valor y además se realizo el plantado de nuevos ejemplares, no deben ser casos aislados.

El arboricidio cometido en As Conchiñas forma parte del peor terrorismo urbanístico que podía existir y que creíamos erradicado de nuestras ciudades hace años. Alguien debería irse y pedir perdón por dejar a la ciudad sin una de sus plazas verdes más emblemáticas.


6.03.2013

Os sonará...

"Os sonará" dijo Vegara cuando presentaba una de las ideas del Coruña Futura, en realidad nos sonaba todo. Sonaba a Coruña Presente, y a Coruña Pasada. Sonaba a una nueva vuelta de tuerca sobre proyectos que se vienen hablando y comentando en la ciudad desde hace más de una década. Un decálogo de soluciones algunas de las cuales no solo se vienen comentando si no que ya están en marcha.
En cierto modo uno se queda con la impresión de que se busca romper con un pasado del que se renegó, juntando en un documento que tiene poco de nuevo todas las ideas de ese mismo pasado. No creo que Vegara sea el culpable de tanta falta de ideas, ha demostrado como profesional su valía en muchos proyectos, pero cuando llegas a una ciudad relativamente pequeña sobre la que otros ya han pensado, proyectado y reflexionado poco tienes que hacer. No hay margen para mucha creatividad.
Coruña Futura no es más que un concentrado de las ideas fuertes del PXOM iniciado años atrás por el gobierno de Javier Losada y el estudio de Joan Busquets. No se le puede criticar nada en cuanto a dichas ideas porque son las que sucesivos planeamientos han visto idóneas. Otro tema es la necesidad de seguir pagando estudios para que cada gobierno haga suyas las ideas que en su día fueron de otros. Tengo el presentimiento de que nos pasará lo mismo con el nuevo Plan de Movilidad, tendremos en su presentación continuos "deja vu" del magnífico trabajo de Salvador Rueda.
En el Coruña Futura se habla del Ofimático, ya en desarrollo; del Plan del Puerto ya proyectado en su día por Joan Busquets como anticipo del PXOM; de la humanización de Alfonso Molina, también recogida en el PXOM y que, en mi humilde opinión, se contradice con los proyectos para ampliar el vial; la avenida de la Salud, uno de los proyectos estrella de Busquets; humanizar las rondas, aquello tan criticado de los corredores verdes tiene aquí su gemelo; "un centro en cada barrio", que no es más que mostrar la realidad de una ciudad que siempre fue policéntrica; y podría seguir así con las 13 propuestas...



La idea en si de Coruña Futura no es tampoco nueva, tiene su germen en lo que en su día Bilbao llamo el plan Bilbao Ría y del que salieron las ideas que convirtieron una ciudad gris y poco interesante a ojos del viajero en una de las metrópolis más vivas de la España actual. Muchos ayuntamientos se quedaron de ese plan con la postal, con el Guggenheim que todos querían tener para atraer así a miles de turistas. Visto y comprobado que el país no da para mas Guggenheims, Coruña inicio en los primeros años del siglo XXI un conjunto de planeamientos que aunque no buscaban relación directa con el Plan Bilbao Ría tenían mucho de esa idea global de ciudad que busca sentar las bases del futuro. Se inició un plan para el puerto de la mano de Busquets, un PXOM, un Plan de Movilidad, un Plan Especial de Reforma del Ámbito Histórico... Se buscaba en el fondo simultanear los planeamientos en base a una clara idea de ciudad.
Se quería una ciudad más abierta al mar, más verde, mas humana y con mayor protección de su patrimonio. No había por tanto más que terminar esos planeamientos, aprobarlos y buscar la financiación para realizar los proyectos estrella que debían dinamizar la actividad a mediana y pequeña escala. El éxito del Bilbao Ría fue conseguir atraer capital privado para la mejora de una ciudad que tenía un gran potencial.
El minifundismo mental provocó una vez más en nuestra ciudad que el hecho de que los proyectos fuesen lanzados en época de uno u otro alcalde fuese la escusa para borrarlos del mapa. Falta en quienes ahora gobiernan la idea de ciudad. Lo presentado la pasada semana es una nueva vuelta de tuerca para hacer suyas ideas ya planteadas y que lo que necesitan no es un padre que se sume el tanto si no voluntad real de hacerlas realidad. Parece cuestionable en estos tiempos gastar dinero en pagar a más técnicos para que den las mismas ideas que otros ya plantearon y por las que ya cobraron. Repito lo dicho al principio, todos conocemos lo que la ciudad necesita y los proyectos que hay que desarrollar, no necesitamos que nadie venga a proyectar imágenes y foto montajes de lo que ya tenemos claro que es el camino a seguir. Necesitamos voluntad, esa idea de ciudad que se generó en los primeros años del 2000 y que no puede truncarse ahora.

"Os sonará" dijo Vegara ante un público harto de ver siempre lo mismo y no entender como no se trabaja para conseguirlo. La ciudad se merece un proyecto que teníamos en la punta de las manos y que nos quieren quitar.